El 20 de mayo de 2025, Tom Fletcher, jefe de Asuntos Humanitarios de la ONU, alertó que 14,000 bebés en Gaza podrían morir en las siguientes 48 horas si no se permite la entrada urgente de ayuda humanitaria. Esta cifra se basaba en un informe del IPC (Integrated Food Security Phase Classification) que proyectaba que 14,100 niños menores de cinco años sufrirían desnutrición severa entre abril de 2025 y marzo de 2026. Sin embargo, la ONU y la BBC rectificaron rápidamente, aclarando que la cifra no se refería a una amenaza inminente de 48 horas, sino a un riesgo proyectado a lo largo de un año.

A pesar de la corrección, la situación en Gaza sigue siendo crítica. Desde el inicio del conflicto en octubre de 2023, más de 50,000 niños han sido reportados como muertos o heridos, con miles más desplazados y privados de servicios básicos. La escasez de alimentos, agua potable y atención médica, exacerbada por el bloqueo de ayuda desde principios de marzo de 2025, ha generado una crisis humanitaria sin precedentes. UNICEF y otras organizaciones internacionales continúan instando a todas las partes a permitir el acceso humanitario y a proteger a los civiles, especialmente a los niños

La comunidad internacional enfrenta un dilema ético y político: ¿cómo equilibrar la necesidad de asistencia humanitaria con las complejidades del conflicto? Mientras tanto, la vida de miles de niños palestinos pende de un hilo, y el mundo observa con creciente preocupación.