Un pastor cristiano ha emprendido una ambiciosa misión: organizar el bautismo masivo más grande de la historia, reuniendo a miles de creyentes en un evento que busca marcar un hito en la fe cristiana. La ceremonia, que se planea realizar en un lugar icónico con capacidad para recibir multitudes, tiene como objetivo no solo establecer un récord, sino también inspirar un avivamiento espiritual global.
El evento, que ya está generando expectativa en comunidades cristianas de distintas denominaciones, contará con la participación de pastores, líderes y fieles de todo el mundo. Según los organizadores, el propósito central es proclamar el evangelio a gran escala y reafirmar el compromiso de miles de personas con su fe en Cristo.
Un avivamiento en camino
El pastor a cargo de la iniciativa ha enfatizado que esta convocatoria no es solo sobre números, sino sobre el impacto espiritual que puede generar. “El bautismo es un acto de obediencia y fe en Jesús. Queremos que esta sea una oportunidad para que muchas personas den públicamente ese paso y experimenten un renuevo en su relación con Dios”, afirmó.
Desde el anuncio del evento, iglesias de diversas regiones han mostrado interés en participar, organizando caravanas y encuentros previos para preparar a los nuevos creyentes. Algunos lo comparan con avivamientos históricos como el de Azusa Street o más recientemente el avivamiento en Asbury, donde miles de personas buscaron una renovación espiritual.
Expectativa por el récord mundial
Si se cumplen las proyecciones, este evento podría romper el récord del bautismo masivo más grande registrado hasta ahora. En 1996, la Iglesia El Shaddai en Filipinas celebró un bautismo en el que participaron más de 35,000 personas, estableciendo un precedente difícil de superar. Sin embargo, los organizadores de este nuevo evento creen que la convocatoria global y el impacto del evangelismo digital pueden atraer a un número aún mayor.
Una oportunidad para la unidad cristiana
Más allá del récord, este bautismo masivo representa una oportunidad para la unidad cristiana en tiempos de creciente secularización y persecución en muchas partes del mundo. “Queremos que sea un testimonio de que la Iglesia sigue viva y en expansión. Que millones vean que el mensaje de Cristo sigue transformando vidas”, agregó el pastor.
El evento se transmitirá en vivo a nivel mundial, permitiendo que personas de diferentes países se unan en oración y celebración. Mientras se afinan los detalles logísticos, la emoción crece entre aquellos que ven en este evento una señal de un nuevo mover de Dios en la historia de la Iglesia.
Fuente : Mundo cristiano