Un misil lanzado por los hutíes desde Yemen impactó en el centro de Israel, dejando completamente destruida una escuela primaria. El ataque, que ocurrió en la madrugada cuando la institución estaba vacía, ha intensificado las tensiones en un conflicto que ya involucra a múltiples actores regionales.
El ataque fue reivindicado por los rebeldes hutíes, quienes han intensificado su participación en el conflicto tras declarar su apoyo a las facciones aliadas contra Israel. Afortunadamente, no se reportaron víctimas debido al horario, pero las autoridades israelíes han expresado su preocupación por el aumento de la capacidad militar hutí y su alcance, que ahora amenaza directamente su territorio.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, condenó el ataque y prometió tomar represalias contundentes. "No permitiremos que actores externos amenacen a nuestra población. Este acto de terrorismo no quedará sin respuesta", afirmó en una rueda de prensa.
La destrucción de la escuela ha generado indignación y temor entre los residentes locales. "Esto podría haber sido una tragedia aún mayor si hubiera ocurrido durante el horario escolar. Mis hijos están aterrorizados", declaró un padre de familia.
El ataque llega en un contexto de creciente escalada en la región, con enfrentamientos en el sur de Israel, ataques desde Líbano y Siria, y ahora la participación activa de los hutíes desde Yemen. Analistas advierten que este incidente podría marcar un punto de inflexión en el conflicto, dado que Israel podría intensificar su ofensiva contra objetivos hutíes en Yemen.
La comunidad internacional ha expresado su preocupación por la expansión del conflicto. Naciones Unidas y varios líderes mundiales han pedido moderación a todas las partes, señalando que la escalada podría tener consecuencias devastadoras para toda la región de Oriente Medio.
Mientras tanto, organizaciones civiles en Israel trabajan para reubicar a los estudiantes afectados por la destrucción de la escuela, mientras las fuerzas de defensa israelíes refuerzan las medidas de seguridad en zonas consideradas objetivos potenciales. Este ataque subraya la vulnerabilidad de la población civil y el impacto colateral de un conflicto que no muestra signos de cesar.
