El Templo Satánico, una organización conocida por su activismo en favor del derecho al aborto y la separación de iglesia y estado, ha lanzado una campaña de recaudación de fondos con el objetivo de expandir su controvertido "ritual de destrucción" de abortos en varias ciudades de Estados Unidos. Este ritual, que el grupo describe como un acto religioso que protege los derechos reproductivos, busca desafiar las leyes estatales que restringen el acceso al aborto.

La organización sostiene que el aborto es parte de su práctica religiosa, bajo el marco de la libertad de culto protegida por la Constitución estadounidense. Según el Templo Satánico, el ritual tiene como fin ayudar a las mujeres a realizar abortos sin enfrentar restricciones legales, basándose en su creencia de que el control sobre el cuerpo es un derecho sagrado.

El grupo está utilizando las donaciones recaudadas para abrir más clínicas y servicios legales que defiendan este ritual en estados con leyes más restrictivas sobre el aborto. Sin embargo, esta campaña ha sido fuertemente condenada por grupos pro-vida y organizaciones cristianas que ven en esta iniciativa un ataque directo a la vida y a los valores religiosos mayoritarios.

La expansión de estos rituales ha generado controversia y encendido un debate en todo el país, con oponentes señalando que la promoción del aborto bajo el disfraz de una ceremonia religiosa es una amenaza no solo para la vida humana, sino también para la moralidad y las creencias religiosas que prevalecen en la sociedad estadounidense.