Irving Gatell nos explica cómo esta decisión es una manifestación más del pánico que hay en los altos mandos de los enemigos de Israel.
Tras una exitosa campaña de eliminación de todo el liderazgo de Hezbolá, quienes todavía toman las decisiones en Hamás no se arriesgan a dar la cara de manera frontal, porque saben que eso los pondría en la lista de objetivos del ejército israelí.
De todos modos, su derrota es evidente, y su colapso es cosa de tiempo.
fuente: ©EnlaceJudío