Parlamento de Georgia aprueba proyecto que prohíbe el matrimonio gay y las adopciones por parejas del mismo sexo

El Parlamento de Georgia ha aprobado un polémico proyecto de ley que prohíbe el matrimonio entre personas del mismo sexo y la adopción de niños por parte de parejas homosexuales. La medida, que ha suscitado intensas críticas y manifestaciones tanto dentro como fuera del país, es vista por muchos como un retroceso en los derechos humanos y un intento de reforzar los valores tradicionales en la sociedad georgiana.

Detalles del Proyecto de Ley

El proyecto de ley, aprobado por una amplia mayoría en el parlamento, define el matrimonio como la unión exclusiva entre un hombre y una mujer, y prohíbe explícitamente las adopciones por parejas del mismo sexo. Según los legisladores que apoyaron la iniciativa, el objetivo es "proteger la institución tradicional de la familia" en Georgia, un país con profundas raíces ortodoxas y conservadoras.

“La familia es el pilar de nuestra sociedad, y creemos que esta ley refleja los valores de la mayoría de los ciudadanos de Georgia”, declaró Irakli Kobakhidze, uno de los principales impulsores de la ley. El proyecto también incluye disposiciones que impiden que las uniones civiles entre personas del mismo sexo se equiparen a los matrimonios heterosexuales, dejando a estas parejas sin acceso a los mismos derechos legales.

Reacciones y Protestas

La aprobación del proyecto ha generado una ola de protestas en Tiflis, la capital del país, donde cientos de activistas y defensores de los derechos LGBT se congregaron frente al parlamento para expresar su rechazo. “Esto es un ataque directo a nuestra dignidad y nuestros derechos”, afirmó Nino Bolkvadze, una reconocida activista LGBT en Georgia. “El Estado no debería dictar a quién podemos amar ni quién puede ser una familia”.

Organizaciones internacionales como Human Rights Watch y Amnistía Internacional también han condenado la decisión del parlamento georgiano, señalando que la ley contradice los principios de igualdad y no discriminación. “Georgia, como miembro del Consejo de Europa, tiene la obligación de proteger los derechos humanos de todos sus ciudadanos, incluyendo a la comunidad LGBT”, señaló un portavoz de Human Rights Watch.

El Contexto Político y Social en Georgia

La aprobación de esta ley refleja las tensiones culturales y políticas dentro de Georgia, un país que oscila entre sus aspiraciones de acercarse a Europa y su arraigada tradición ortodoxa. Mientras que sectores de la sociedad presionan por una mayor integración con Occidente y sus valores de derechos humanos, otros temen que esto erosione las costumbres tradicionales.

El gobierno ha insistido en que la ley no es un acto de discriminación, sino una afirmación de los valores nacionales. “Respetamos los derechos de todos, pero también tenemos el deber de proteger lo que consideramos los fundamentos de nuestra sociedad”, comentó un representante del gobierno.

Implicaciones Internacionales y Posibles Consecuencias

La ley podría complicar las relaciones de Georgia con la Unión Europea y otros organismos internacionales que promueven los derechos de la comunidad LGBT. Varios países europeos han expresado su preocupación por el retroceso en los derechos civiles en Georgia, advirtiendo que este tipo de legislaciones podrían afectar las negociaciones de futuros acuerdos de cooperación y ayuda económica.

Además, la ley podría tener un efecto dominó en otros países de la región con contextos culturales similares, donde los derechos de la comunidad LGBT aún enfrentan desafíos significativos.

Reacciones de la Iglesia Ortodoxa

La Iglesia Ortodoxa de Georgia, una de las instituciones más influyentes del país, ha respaldado abiertamente la aprobación del proyecto de ley, calificándolo como un acto de defensa de la moralidad y los valores tradicionales. Los líderes eclesiásticos han felicitado al parlamento por “proteger la santidad del matrimonio” y han instado a los fieles a seguir apoyando medidas que preserven la estructura familiar tradicional.

El Futuro de la Ley y los Próximos Desafíos

A medida que la ley avanza hacia la firma del presidente, los opositores prometen seguir luchando en las calles y en los tribunales para revocar lo que consideran una violación de sus derechos fundamentales. Aunque la ley aún necesita ser ratificada por el presidente, se espera que pase sin dificultades dado el apoyo del gobierno.

Este nuevo marco legal coloca a Georgia en el centro de una disputa entre valores tradicionales y derechos humanos modernos, un conflicto que refleja las luchas culturales más amplias en muchas sociedades contemporáneas.