La controversia en torno al asesinato del periodista de Al Jazeera, Ismail al Ghoul, por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) ha escalado significativamente. Según las FDI, al Ghoul no solo era un periodista, sino también un comandante de la fuerza de élite de Hamás, conocido como Nukhba. Las autoridades israelíes han alegado que al Ghoul desempeñaba un rol activo en la planificación y documentación de ataques contra Israel, utilizando su acceso como periodista para camuflar sus actividades terroristas.

Las Acusaciones y Pruebas Presentadas por las FDI

Las FDI han presentado lo que dicen ser pruebas contundentes de la doble vida de al Ghoul. Según sus informes, se recuperó un ordenador portátil perteneciente a al Ghoul durante una operación en Gaza, que contenía imágenes y videos que lo vinculaban directamente con las actividades militares de Hamás. Las FDI afirman que al Ghoul utilizaba su posición como periodista para entrenar a otros operativos de Hamás en la documentación de ataques y en la propaganda mediática​ (EFE Noticias)​​ (Tiempo Latino)​.

Respuesta de Al Jazeera

En respuesta, Al Jazeera ha rechazado categóricamente estas acusaciones, calificándolas de "infundadas" y como un intento de justificar lo que ellos describen como el "asesinato deliberado" de su personal. La cadena con sede en Catar ha pedido una investigación internacional independiente sobre la muerte de al Ghoul, así como sobre las acciones de las FDI contra periodistas en la región. Al Jazeera también ha señalado que al Ghoul ya había sido detenido por las fuerzas israelíes en marzo y posteriormente liberado, lo que, según ellos, desacredita la afirmación de que estaba involucrado en actividades terroristas.

Implicaciones y Contexto

Este caso ha reavivado el debate sobre la relación entre periodistas y grupos armados en zonas de conflicto, así como sobre el uso de periodistas por parte de organizaciones terroristas para encubrir sus actividades. Israel sostiene que Hamás utiliza frecuentemente a periodistas y civiles como escudos humanos, lo que complica las operaciones militares en áreas densamente pobladas como Gaza.

La controversia también se inscribe en un contexto más amplio de críticas hacia las acciones de Israel en Gaza, y las acusaciones de que el ejército israelí ha atacado deliberadamente a periodistas en varias ocasiones, algo que las FDI niegan enfáticamente​ (EFE Noticias)​​ (Tiempo Latino)​.