Según testigos, en lugar de ceder al miedo o la desesperación, estos hombres y mujeres de fe comenzaron a cantar himnos y orar desde su celda, recordando la historia de Pablo y Silas, quienes alabaron a Dios tras ser encarcelados injustamente. Su testimonio impactó no solo a los otros prisioneros, sino también a algunos guardias, quienes se sintieron conmovidos por la paz y el gozo que emanaban.
La detención de cristianos en India ha aumentado en los últimos años, especialmente en estados con fuertes políticas de nacionalismo religioso. Líderes cristianos locales han expresado su preocupación por el aumento de persecuciones, pero también han resaltado cómo estos incidentes han fortalecido la fe de las iglesias locales.
Uno de los misioneros escribió desde la prisión: “Podemos estar encadenados, pero el mensaje del Evangelio nunca lo estará. Oramos por quienes nos han arrestado, para que puedan conocer el amor de Cristo”. Estas palabras han resonado en la comunidad cristiana global, que ha levantado cadenas de oración por la liberación de estos valientes siervos.
El caso ha atraído la atención de organizaciones de derechos humanos y ministerios cristianos, quienes trabajan para asegurar que los misioneros reciban un juicio justo mientras continúan intercediendo por la libertad religiosa en India.