El Gobierno de Israel expresó su enérgica condena tras el acto de vandalismo perpetrado contra la figura de cera del primer ministro Benjamin Netanyahu en el Museo de Cera de Ciudad de México. El incidente, que ha generado una amplia polémica, ocurrió durante las horas de visita, cuando un individuo no identificado dañó la figura, dejándola parcialmente destruida.

La embajada de Israel en México emitió un comunicado calificando el hecho como un ataque irrespetuoso que afecta no solo la imagen del líder israelí, sino también las relaciones culturales entre ambos países. “Este tipo de actos son inadmisibles y van en contra del espíritu de diálogo y respeto mutuo que fomentamos entre las naciones”, señaló la representación diplomática.

Las autoridades del museo informaron que la figura será retirada temporalmente para su restauración y que han reforzado la seguridad en sus instalaciones para prevenir futuros incidentes. “El Museo de Cera es un espacio para el arte y la cultura, y condenamos cualquier acto que promueva la intolerancia o la violencia”, declaró un portavoz de la institución.

El incidente ha desatado un debate en redes sociales y círculos políticos, donde opiniones divididas reflejan las tensiones actuales respecto a la figura de Netanyahu. Algunos critican el acto como un ataque a la libertad de expresión y respeto diplomático, mientras que otros lo ven como una manifestación de descontento hacia las políticas del líder israelí.

El gobierno mexicano, por su parte, ha evitado emitir comentarios oficiales sobre el caso, pero se espera que colabore en las investigaciones para identificar al responsable.

Este acto ocurre en un contexto de tensiones internacionales, en el que las políticas de Netanyahu respecto al conflicto palestino-israelí han sido objeto de críticas y controversias globales. Sin embargo, el vandalismo contra la figura de cera ha sido ampliamente condenado por diversos sectores que abogan por el respeto a la diversidad de opiniones.

Organizaciones judías en México también se han pronunciado, calificando el acto como un gesto antisemita. “Este hecho no debe minimizarse; refleja un ambiente de odio que debemos combatir juntos como sociedad”, declaró un líder de la comunidad judía en el país.

El caso ha puesto de relieve la necesidad de mayor diálogo y entendimiento entre las diferentes comunidades culturales y políticas en México. Mientras tanto, se espera que las autoridades del Museo de Cera y la embajada de Israel trabajen en conjunto para reforzar las medidas de seguridad y evitar que este tipo de incidentes se repitan.