Defensas israelíes en acción Durante el ataque, los sistemas de defensa israelíes, la Cúpula de Hierro y el sistema Arrow, se activaron de inmediato, interceptando una gran parte de los misiles dirigidos hacia áreas clave del país. No obstante, algunos proyectiles lograron penetrar las defensas, alcanzando zonas residenciales y estratégicas, lo que provocó una serie de explosiones que han dejado a la población civil en estado de shock.
Las autoridades israelíes han declarado que el número de heridos aún se está evaluando, pero las primeras estimaciones indican que el ataque ha causado daños considerables en infraestructuras críticas. Mientras tanto, el gobierno ha declarado un estado de emergencia, cerrando espacios aéreos y reforzando las medidas de seguridad en todo el país.
"Habrá una respuesta firme" El portavoz de las FDI reafirmó que Israel tomará medidas severas en represalia a este acto de agresión, asegurando que "Irán no escapará de las consecuencias de esta provocación". Se espera que la respuesta de Israel incluya ataques aéreos dirigidos a instalaciones militares iraníes y bases de misiles, así como acciones más amplias en cooperación con sus aliados internacionales.
Repercusiones internacionales La comunidad internacional ha reaccionado con alarma ante la escalada del conflicto. Estados Unidos y varios países europeos han condenado enérgicamente el ataque iraní, ofreciendo su respaldo a Israel en términos diplomáticos y militares. Washington, en particular, ha comenzado a desplegar más activos en la región para apoyar a su aliado clave en caso de un enfrentamiento prolongado.
Por su parte, Irán aún no ha emitido una declaración oficial sobre el ataque, pero las tensiones entre ambas naciones han ido en aumento en los últimos meses, especialmente a raíz de los esfuerzos israelíes por impedir el desarrollo del programa nuclear iraní.
El riesgo de una escalada mayor Los expertos en seguridad advierten que este ataque podría desencadenar un conflicto regional más amplio, involucrando a actores como Hezbollah en el Líbano y milicias proiraníes en Siria e Irak. La posibilidad de una guerra a gran escala entre Israel e Irán ha puesto en alerta a las principales potencias mundiales, que buscan evitar una conflagración que podría afectar a toda la región.
El portavoz de las FDI concluyó su intervención afirmando que "Israel está preparado para lo que venga", y que cualquier amenaza contra su seguridad será respondida con "toda la fuerza y determinación" necesarias.
