“En Dios confiamos” regresa a las aulas de EE. UU. y así se convirtió en el lema oficial

En un movimiento que ha generado tanto apoyo como controversia, el lema "En Dios confiamos" ha regresado a las aulas de varias escuelas en los Estados Unidos, reforzando su presencia en el espacio educativo. Esta frase, que ha sido el lema oficial del país desde 1956, está experimentando un renacimiento en las instituciones educativas, en medio de debates sobre la separación entre la iglesia y el estado.

El regreso de "En Dios confiamos" a las aulas se debe en gran parte a legislaciones estatales que requieren o permiten que las escuelas exhiban el lema en lugares prominentes. Estados como Florida, Texas, Arkansas y Dakota del Sur han promulgado leyes en los últimos años que exigen que las escuelas públicas muestren el lema en áreas visibles, como pasillos, auditorios y salones de clases. La implementación de estas leyes ha sido vista por muchos como un esfuerzo por reafirmar los valores tradicionales y la herencia cristiana del país.

El lema "In God We Trust" (En Dios Confiamos) fue adoptado oficialmente durante la Guerra Fría, en 1956, como una forma de diferenciar a los Estados Unidos de la Unión Soviética, que promovía el ateísmo estatal. La frase ha sido utilizada en la moneda nacional y en otros símbolos patrióticos, y aunque ha sido objeto de desafíos legales, ha perdurado como una expresión del patrimonio cultural y religioso de la nación.

El resurgimiento del lema en las escuelas ha sido recibido con reacciones mixtas. Por un lado, muchos padres, educadores y líderes religiosos aplauden la medida, argumentando que refuerza valores morales y espirituales en los jóvenes, además de promover un sentido de identidad y unidad nacional. "Es un recordatorio de que nuestra nación fue fundada sobre principios que reconocen una autoridad superior", comentó un partidario del movimiento en Florida.

Por otro lado, críticos de la iniciativa, incluidos grupos de derechos civiles y defensores de la separación entre iglesia y estado, argumentan que la presencia del lema en las escuelas públicas viola la neutralidad religiosa que debe mantener el gobierno. "Es preocupante que los niños en escuelas públicas estén siendo expuestos a mensajes que pueden no reflejar sus creencias personales o las de sus familias", expresó un representante de una organización que aboga por la libertad religiosa.

El debate en torno a "En Dios confiamos" en las escuelas refleja las tensiones más amplias en la sociedad estadounidense sobre el papel de la religión en la vida pública. Mientras algunos ven en el lema una reafirmación necesaria de los valores tradicionales, otros lo consideran un ejemplo de la influencia indebida de la religión en la esfera pública.

Independientemente de las posiciones, el retorno de "En Dios confiamos" a las aulas simboliza un momento significativo en la historia educativa y cultural de los Estados Unidos, y su impacto en las futuras generaciones aún está por verse.