El equipo masculino de gimnasia de Estados Unidos logró una medalla de bronce en gimnasia masculina esta semana en París, poniendo fin a una sequía de 16 años para su país.
Uno de los momentos más destacados fue la recuperación personal del gimnasta Brody Malone, quien brindó una actuación excepcional en todas las competencias del lunes, a pesar de haber tenido una desastrosa noche inaugural con varias caídas. Malone ha hablado abiertamente sobre cómo su fe cristiana le ha permitido superar obstáculos enormes, incluyendo competir después de una devastadora lesión de rodilla que lo obligó a aprender a caminar nuevamente. Él es uno de los muchos atletas estadounidenses que atribuyen su éxito a la fuerza que encuentran en su fe.
Sports Spectrum, una plataforma que durante casi 40 años ha cubierto a atletas y otras figuras del deporte desde una perspectiva cristiana, destaca regularmente a los atletas olímpicos que, independientemente del resultado, dan gloria a Dios. Jon Ackerman, periodista de Sports Spectrum, comentó en una aparición en PrayerLink de CBN sobre el número significativo de atletas que profesan su fe en Cristo. Ackerman mencionó a Malone como un ejemplo destacado:
"Es el único hombre del equipo estadounidense con experiencia olímpica en París. Cuando le preguntan sobre su trayectoria, especialmente sobre su regreso, siempre dice: 'Doy toda la gloria a Dios. Él es la única razón por la que estoy aquí'. Siempre se apresura a alabar a su Señor y Salvador cuando recibe reconocimiento".
Anna Hall, heptatleta, también hará su debut olímpico, a pesar de las adversidades que enfrentó, como una fractura en el pie en 2021 y una cirugía de rodilla a principios de este año. Ackerman explicó: "En el Campeonato Mundial de 2023, quedó en segundo lugar. Competirá por una medalla, posiblemente una de oro. Aunque creció en un hogar cristiano y asistió a una escuela secundaria cristiana, su fe realmente se fortaleció cuando estuvo sola".
Sydney McLaughlin-Levrone, la estrella de atletismo en los 400 metros con vallas, es otra atleta que atribuye su éxito a su fe. Como actual campeona olímpica y poseedora del récord mundial, McLaughlin-Levrone ha bajado su propio récord mundial en varias ocasiones. "Después de cada carrera, siempre alaba a su Señor y Salvador, diciendo que todo es posible a través de Cristo", señaló Ackerman.
McLaughlin-Levrone agregó: "Para mí, es mucho más que ganar el oro; es lograr la salvación que ya es mía en Jesús. Quiero correr bien la carrera de la vida cristiana, incluso en la pista. Antes de cada carrera, me recuerdo a mí misma que debo poner mi mente en las cosas de arriba, saber que el Señor está viendo mi vida y quiero honrarlo. Él es glorificado en eso".